Primera carta
Sinceramente iba a comenzar esta carta
preguntándote cómo te ha ido, que ha sido de ti en todos estos miles de años,
ya sabes, esa mala costumbre mía, pero ya lo he hecho tantas veces, que ahora
te haré caso a ti y te hablaré de mí primero, aunque como podrás imaginar,
todavía sigo en el mismo lugar.
Por suerte el bosque bermellón no ha cambiado
demasiado y aunque es cierto que gran parte del planeta sí lo hizo, no es la
primera vez. He tenido el tiempo suficiente como para confirmar que no hay nada
de vida “inteligente”, ya sabes, nadie con quien pueda hablar. Lo mas parecido
a ello, son unas pequeñas plantas que conseguí en el lado oscuro del mundo
(aunque realmente creo que no hay uno). Las llamo mandrágoras ya que se parecen
mucho a un vegetal que usé hace mucho para fabricar un remedio. Creo que
debería inventar nombres nuevos, después de todo hasta tuve una mascota llamada
así.
En fin, aquellas plantas de hojas azules las
puse en unas macetas en la ventana, al lado de mi cama, desde allí puedo
hablarles mientras observo la intermitente lluvia. Su cualidad es que ellas
repetirán mis palabras, cuanto más charlo con ellas, más aprenden. Con el paso
del tiempo, ellas se convirtieron en una buena imitación de una compañía.
Espero vuelvas pronto por aquí, aquellas
plantas nunca lograrán aplacar esta soledad. Siempre estaré pendiente de ti y
de tu infinita lucha.
Segunda carta
Otra vez ha pasado un gran tiempo para las
dos, espero que hayas recibido mi anterior carta. Aunque sé que no debería
preocuparme, me enteré de lo que pasó en aquel mundo que visitaste.
En un viaje sin fin todo el mundo se tropieza
tarde o temprano. Como sabes, en mi caso, el primero fue hace mucho tiempo y
ahora sólo debo esperar a que mi condena acabe, mientras que estoy ligada a
este mundo y a esta solitaria cabaña. Por suerte y a pesar de que últimamente
nunca deja de llover, la madera siempre se ha mantenido seca, de otra forma
hubiese enloquecido hace mucho tiempo.
El planeta ha vuelto a cambiar, el clima
aumentó su temperatura en al menos quince grados. Muchos podrían pensar que
esto sería un cambio de aires, pero las modificaciones han sido tan graduales
que realmente no se siente como algo nuevo. El bosque bermellón es ahora una
selva, con hojas de un morado oscuro… A veces me da un poco de miedo, todo
alrededor se vuelve demasiado oscuro ya al atardecer y, lo único que alumbra
esas penumbras es la insignificante luz de mi cabaña
La buena noticia es que he encontrado un
nuevo compañero, un pequeño animalito azul con espinas. Si todavía fuera una
persona normal, hubiese muerto al instante con tan sólo dar un toque donde él
pisó hace un par de días. Debería estar feliz por poderlo acariciar como lo
estoy haciendo mientras escribo esta carta, por suerte las agujas de su espalda
no pueden atravesar mi piel.
La mala noticia, es que por ahora mis
sentimientos más fuertes siguen restringidos…
Te esperaré por siempre si es necesario.
Recuerda que con cada error uno crece, no importa si nuestra vida es tan
infinita como el universo, nunca dejaré de confiar en ti.
Tercera carta
Me has hecho muy feliz con tu visita.
Has cambiado mucho y yo también lo he hecho.
Aun con el paso de todos estos años, siento como si mi vida hubiese regresado.
En cuanto a esta carta, puede que te parezca
raro el tipo de mineral extraño con el que está hecha, pero no tenía otra
opción, la temperatura ha subido demasiado como para que el papel pueda existir.
Todo aquí es fuego, lava por doquier. El sol
se ve cuatro veces más grande que la luna. Con sinceridad, me gustaría tener la
capacidad de morir, en vez de estar obligada a soportar todo esto. Pero
nuevamente debo aceptar mis responsabilidades.
Sé que estás ansiosa, pero sólo espera un
poco más, aun no puedo decirte mi nombre, ni quien soy en realidad, no hasta
que mi condena termine. Sólo podremos seguir viéndonos como siempre lo hacemos.
Debido a tu error, ahora tendrás demasiado
tiempo libre y, aunque suene egoísta, creo que será un buen descanso para ti…
¿Puedo pedirte un solo favor? Gasta todo ese
tiempo en mí.
Lo sé… toda esta soledad me ha vuelto
demasiado egoísta… o quizás no se deba a ello, sino a que probablemente nunca
he sido así desde que tengo memoria.
Pronto mi estadía en este mundo terminará y
mi condena en el siguiente comenzará. Sólo espero que allí tenga alguien con
quien hablar, aunque nada podrá remplazarte.
Ultima carta
Muchas gracias, te estoy infinitamente
agradecida por cumplir mi capricho.
Te tengo muy buenas noticias, como te habrás
dado cuenta en el primer párrafo de esta carta, ya que mi condena pronto
terminara junto al final de este planeta, me han devuelto a mi “yo”. Ahora que
he vuelto a ser yo misma, puedo decirte lo que siempre he guardado…
De nuevo puedo sentir, expresar con libertad,
hacer que mi historia avance… no sabes lo feliz que me hace… Sólo espero que
vuelvas pronto de tu reanudada infinita batalla y regreses a visitarme, tengo
montones de cosas sobre las que quiero hablarte.
Aun me tienen restringida la longitud de mis
cartas, así que no podré contarte demasiado. Sólo que, aunque en un principio
dudaba de que aquí aparecería vida, ya tengo gente con quien hablar, gracias a
ellos el tiempo se pasa, aunque sea un poco mas rápido. No te preocupes, son
gente muy buena.
Mi nombre es Sabina, aunque por desgracia aun
no me han devuelto mi apellido.
Aunque puede que ya te dieras cuenta desde
hace mucho tiempo, por fin puedo decírtelo; te amo…
Esteban Gauto
No hay comentarios.:
Publicar un comentario