jueves, 27 de septiembre de 2018

Lago


El cielo verdeció y partiste en
búsqueda de sus ojos negros.
Soñaste al fin con un por qué.
Caminaste desiertos pensando
en estar vivo y en estar muerto,
muriendo todo el tiempo. Oíste
su voz, confiaste en su silencio
y con furia el viento todo lo arrasó.
Despertaste en plena noche y lo
que creías cierto se desvaneció
allí donde siempre llueve o nieva,
donde tu llanto nace en forma de
pétalos diminutos de aroma púrpura.

¿Pronto volveré a verte o debo
decirte adiós? ¿Dónde estará tu
aliento, tu suspiro que ya no es mío?

Viste sus finos labios cubiertos de
sangre y te arrodillaste implorando
lo inefable. Te ofreciste en sacrificio,
honraste tu fragilidad en un último
y vano intento por creer en algo.
Sobre el lago de luna imaginaste
mariposas o algo similar a una grieta.
Viste al sol salir y caer
y te entumeció la idea de la libertad en soledad.
Quisiste hallar alivio en el dolor
Y notaste que a veces es demasiado
grande para transformarlo. Quizás
encuentres calidez en la idea de
perfección, allí donde hay luz
y donde también hay sombras.

Alejandro Di Donato

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gotas de Lluvia

Gotas de lluvia danzarinas, atrevidas acarician mi cara, me empujan a buscar refugio; apuran mi paso. Gotas de lluvia, maldecidas, bi...